El Teatro Auditorio Municipal de Valdepeñas abre temporada cultural con la representación de El tiempo y los Conway, protagonizada por los televisivos Luisa Martín y Alejandro Tous. La popular actriz da vida a la señora Conway, una mujer vital y optimista que piensa que los problemas hay que afrontarlos sin darles demasiada importancia. Todo un reto para Luisa Martín quien define la obra como "riquísima" y en la que el tiempo ocupa un lugar fundamental. Kallejeo ha querido compartir un rato con ella antes de que se levante el telón del Teatro Auditorio Municipal este viernes a las 21:00 horas.

El tiempo y los Conway es un relato del teatro contemporáneo. ¿Qué reto te ha supuesto formar parte del elenco de personajes de esta obra?

Es un reto importante porque yo represento el personaje de la madre de una familia bastante numerosa. Desde el principio vimos que no había una diferencia de edad suficiente como para eso pero el reto ha sido precisamente dar credibilidad a una condición familiar que no es la que naturalmente me correspondería a mí por mi propia edad.

¿Cómo es la señora Conway?

La señora Conway es una mujer muy vital y optimista. Piensa que los problemas hay que afrontarlos pero sin darles demasiada importancia. Es una mujer que ha vivido en un mundo acomodado y feliz, en el que ella estaba bien cubierta por su marido y al quedarse viuda se queda un poco desprotegida. Pero el brazo del marido es muy alargado y ella piensa que la protección va a permanecer aún después de haber fallecido.

¿Cambia mucho este personaje de otros que hayas podido representar en tu ya dilatada carrera?

Claro, cambia muchísimo. De todas maneras, yo procuro que sea así. Cuando acepto interpretar un personaje, lo acepto porque se diferencia mucho de los que he interpretado anteriormente o del que he interpretado justo antes del que me ofrecen.

¿Qué importancia tiene el tiempo en esta obra?

El tiempo es todo para esta familia y para esta representación. El tiempo y los Conway es una función que tiene un avance en el tiempo de veinte años y un retroceso en el tiempo de veinte años. Nos pone delante de los ojos cómo cambian las personas, en qué se convierten sus anhelos, sus expectativas y sus sueños. Es una obra que de apariencia, podría pensar la gente, es pesimista, pero lo que pone delante es que todos podemos modificar nuestro futuro pero hay que preocuparse de ello.

¿Qué ingredientes tiene esta obra para captar la atención del público?

Es una obra riquísima. Está montada por Juan Carlos Pérez de la Fuente en estado de gracia. Tiene un montaje maravilloso e inusual porque ya es muy difícil encontrar montajes con diez personajes en escena. Es un montaje arriesgado, con una escenografía maravillosa, con una escena deliciosa y que nos traslada a una época que nosotros no hemos conocido pero que tiene muchas connotaciones muy parecidas con la que estamos viviendo ahora mismo.

Lleváis todo el año de gira. La obra se estrenó en enero de este año. ¿Cómo ha ido?

Fenomenal. Allí donde hemos ido se han llenado los teatros, a la gente le ha encantado la función y lo notas sobre todo en el aplauso final del público. Hay una especie de agradecimiento añadido como diciendo: "Gracias por contarnos esta historia". Se quedan muy impactados. La función en sí misma es una joya, la adaptación de Luis Alberto Cuenca es muy buena y yo creo que el gran acierto es el maravilloso montaje que ha hecho Juan Carlos.