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2007 alejandro-tous.es

«Esta obra de Priestley es maravillosa y muy difícil de dirigir»

«Me he dado cuenta de que somos un proyecto en el tiempo y esa idea es la que he intentado llevar a escena»

JUAN CARLOS PÉREZ DE LA FUENTE Director de «El tiempo y los Conway», que llega esta noche a Avilés

Saúl FERNÁNDEZ
El director de escena Juan Carlos Pérez de la Fuente lleva unos días en Talamanca de Jarama, su pueblo natal. Atiende a su madre, aquejada de la enfermedad de Alzheimer. La familia, pues, le ha impedido volver a Avilés, donde esta noche (20.15 horas) se representa en el teatro Palacio Valdés «El tiempo y los Conway», uno de los dramas más conocidos y especiales del británico J. B. Priestley, que esta temporada resucita del olvido de los montajes ajados. La pasada semana el odeón local programó «Llama un inspector», la investigación de la culpa. Ahora toca el turno de «El tiempo y los Conway» o la forja del futuro. Juan Carlos Pérez de la Fuente fue el director del Centro Dramático Nacional y ahora está al frente de la compañía privada más importante de la escena contemporánea española. El director madrileño atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

-Es raro hacer ahora «El tiempo y los Conway».

-Para mí no, para mí es hacer realidad los sueños. Me acuerdo cuando iba todas las semanas por la librería La Avispa, que ya no existe. Julia, la librera, me dijo: «Léete esto, léete a todo Priestley. Seguro que terminarás dirigiendo alguna de sus obras». «El tiempo y los Conway» era conocida en España como «La herida del tiempo»... y ya estamos aquí.

-Un espectáculo cuenta con diez actores y otros tantos técnicos en gira... y es una compañía privada.

-De hecho, es la mayor de todas en España. El texto de Priestley es una maravilla, con unas posibilidades tremendas... Hace unos años lo reestrenaron en el National Theatre, en Londres, y no pasó nada. Era un montaje muy antiguo, como un Estudio 1 de aquellos que veíamos en la televisión hace años. Y es que a Priestley se le asocia a esa tradición tan inglesa que empieza con Oscar Wilde... Lo primero que hice fue llamar a Luis Alberto de Cuenca, con ese aire suyo de Lord británico... Él trabajó con Alicia Mariño, su esposa, y el resultado es que podemos ver a los Conway por el ojo de la cerradura.

-Ha dicho que el reparto es crucial.

-Claro. La madre en el primer acto tiene 45 años, en el segundo 65 y el tercero vuelve a tener 45. Para hacer esto había que contar con un reparto de campanillas. «El tiempo y los Conway» comienza en la posguerra, en el otoño de 1919, el día de cumpleaños de Kay, que es el papel que interpreta Nuria Gallardo. Para Priestley el tiempo era simultáneo, es decir, todo sucede a la vez y así se explica quiénes somos. Para lograr esto era preciso hacer un cambio de escenografía rápidamente, en apenas 40 segundos. Los actores cambian de vestuario. El cumpleaños sigue siendo el mismo.

-Y cuenta con un juego de telones, como en «Angelina o el honor del brigadier».

-Por la enfermedad de mi madre he tenido que hablar con muchos neurólogos. Les he preguntado y al final me han dicho: «Hasta aquí sabemos». Me di cuenta de que somos un proyecto en el tiempo y esa idea es la que he intentado llevar a escena: un proyecto de arquitectura... En «El tiempo y los Conway» te darás cuenta de lo mucho que bebe Priestley de «El jardín de los cerezos», de Chéjov. La lentitud del tiempo de Chéjov se refleja en esa escenografía: se pasa del esplendor a la decadencia y la casa se cae sobre ellos. Por cosas como esta digo que esta obra es una obra maravillosa y muy difícil de dirigir: teatro dentro del teatro, juego de disfraces... Lo que supone al final es que en el tercer acto el público juega un papel principal en el drama, en el devenir de estos chicos. Ese efecto, tú eres el protagonista, es el objetivo final.

-Llevan cerca de un año con la casa a cuestas.

-Estrenamos en enero en el palacio de Festivales de Santander. Hemos tenido mucha suerte y estamos teniendo una gira importante. Todavía no llegamos a Madrid, estaremos en los teatros del Canal.

Fuente: http://www.lne.es/aviles/2011/10/22/obra-priestley-maravillosa-dificil-dirigir/1146089.html

Fotografia por Merrick (Spinnin 2007)